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RECENSIONES

Recensión final

Termina el cuatrimestre y con él la asignatura, por lo que a modo de síntesis, voy a recorrer los contenidos que he adquirido en su desarrollo.

Ha sido un proceso que comenzó desde un total desconocimiento sobre lo que son los modelos de orientación. Aún recuerdo la palabra counseling, como una evidente prueba de los pocos conocimientos previos de los que disponía. El primer día definimos cada uno de los términos de los que se componía el enunciado de la asignatura, lo que me sirvió para tomar una perspectiva general respecto a lo que íbamos a estudiar.

A través de los trabajos grupales hemos dado forma a la teoría de los modelos de orientación, desde los orígenes de lo que podía aproximarse a ese papel de mediación psicopedagógica, a la aplicación de una intervención con casos, que partiendo de la práctica hipotética sobre el papel, nos han permitido acercarnos a la realidad de lo que puede ser alguna de nuestras muchas funciones.

También me ha conducido este aprendizaje a tener en cuenta que es una disciplina, muy joven y que todavía se está desarrollando; pero, no por ser reciente deja de ser compleja, pues se requiere de ella una predisposición al cambio que supone un conflicto respecto a la lenta y minuciosa evolución de ciencias como la psicología, la pedagogía, la sociología, de las que se alimenta y que todavía están en vías de desarrollo por la magnitud de conocimientos que las caracteriza.

Lo que, francamente, más significativo ha sido de esta asignatura es la diversidad e infinidad de funciones a las que podemos atender o campos que son susceptibles de intervención psicopedagógica. En reflexiones anteriores he plasmado los cambios sociales que se están produciendo en nuestra sociedad y las consecuencias que traen consigo. Supone que la existencia de la figura del orientador, para muchos desconocida, es imprescindible como generador de recursos, como vínculo con el exterior, como reactivo a la innovación, como organizador y gestor de funciones para un bien grupal, y como núcleo del que parten muchas de las soluciones que se nos están brindando no sólo en la institución escolar, sino a la sociedad en general.

Han existido conceptos en la asignatura sobre los que se ha insistido mucho, pues bien es cierto que muchos de los grupos nos hemos ido solapando en cuanto a los tipos de modelos que han existido y se siguen practicando; otros que quedan obsoletos; y otros que son más innovadores ya que la tendencia no es remedial sino preventiva.

En este sentido, el modelo de programas o el de servicios a través de programas suponen una puesta en práctica en la que se integra a una gran parte de los miembros de la comunidad educativa,  rentabiliza recursos, y llega a un gran número de sujetos en poco tiempo. De una de las prácticas que hemos hecho en clase, por grupos, fuimos relacionando necesidades educativas con la asignación de programas en cada una de las etapas del sistema educativo, y aunque a muchos nos cuesta desligarnos de la docencia, se aportaron respuestas de lo más versátiles.

También me han impresionado cada uno de los casos que se han narrado en clase y la inmersión en un vocabulario técnico propio de este perfil profesional. Y en ese momento hemos sido conscientes de todo lo que tenemos que aprender, pues se viven situaciones y se atienden casos que distan de lo que conocía.

Es importante haber tomado contacto con instrumentos de medida, y la visita a las casas editoras de test nos permitió acercarnos a materiales de los que, hasta el momento, sólo habíamos conocido por nombrarse en la teoría. Bien es cierto que me hubiese gustado acceder a más material de este calibre, pero el tiempo del que disponíamos era limitado.

Pero lo más significativo ha sido el realismo de la situación actual en lo que respecta a los orientadores y la desestructuración de los equipos de orientación. Venimos adquiriendo una competencia relacionada con el trabajo grupal y con el intercambio de experiencias. Habilidades que debemos desarrollar pero que se verán mermadas en un corto espacio de tiempo.

A pesar de que tengo mucho por aprender, considero que he adquirido una perspectiva más amplia de este perfil profesional, las funciones que desempeña, los medios con los que opera, los ámbitos en los que interviene y la relevancia de esta figura en una época de cambios, descendientes de aquellos problemas que gestaron su aparición.

 

RESEÑA DE LAS CASAS EDITORAS DE TEST

El 27 de noviembre fuimos a visitar dos casas editoras de test: TEA y EOS. Se trata de dos grandes rivales que surten a psicólogos y pedagogos de instrumentos de evaluación con los que aproximarse a un diagnóstico de nuestro objeto de estudio, que es la detección de dificultades para poder atajarlas.

TEA y EOS se hacen necesarias, pues tienen el monopolio de una herramienta de uso imprescindible dadas las necesidades del alumnado y, a pesar de compartir clientela, sobreviven sin solaparse la una a la otra porque se han ido abriendo camino por vías diferentes y bajo una imagen opuesta, a pesar de que el origen de una y otra no sobrepasa la década. La primera como puente con las últimas vanguardias  y la segunda de ámbito más nacional consiguen abastecer al grueso de la población en el ámbito educativo.

En ambas se hacía evidente que son empresas deseosas de captar nueva clientela que les genere un amplio margen de beneficios, y que a través de una presentación de autoalabanzas, pretenden conseguir el monopolio de los materiales que ofrecen. Personalmente cada una tiene sus pros y sus contras, pues TEA sostiene sus argumentos en base a que se trata de la primera empresa española en la edición y elaboración de test. Con una presentación de PowerPoint, tres de sus empleadas desarrollaron todo un catálogo de los materiales que ofertaban. La situación me recordaba a la de los grandes almacenes en los que se cuida la imagen por encima de la atención personalizada, porque está claro que de lo que se compone dicho catálogo no necesita más presentación que la de su propia funcionalidad. Pero lo que no es cuestionable es la sencillez y facilidad con la que está mostrado dicho material. Se muestra el producto, sus características y la ventaja de poder manipularlo o cotejarlo con otro que tiene la misma disponibilidad. En cuanto a EOS, no cabe duda que el trato es mucho más cercano, que abarcan un ámbito más amplio en el que se incluye la preparación para las oposiciones, y que sin trampa ni cartón nos pasearon por todas sus instalaciones y nos explicaron cómo se constituye su organización. Por supuesto también vimos material, pero  el que se mostró a mi grupo fue el temario específico de un psicopedagogo, ¡qué casualidad! En este caso, la semejanza sería con una trastienda en la que el dependiente, entre cajas y un reinante desorden, te ofrece su producto más preciado.

Como decía anteriormente, a pesar de compartir campo de acción, sus estilos y ofertas son muy diferentes. El ámbito educativo es su más fiel cliente, y dado que las necesidades y respuestas que éste requiere son inmediatas y el personal a su servicio escasea o se satura, más práctico y sencillo es agarrar el carro de la compra y recorrer los largos pasillos de las grandes superficies, que del trato personal, hasta la institución escolar se está olvidando.

METODOLOGÍA WALDORF

Hemos comentado en clase la pedagogía Waldorf. Me ha llamado mucho la atención pues es otra forma de concebir la educación. Empezó en España como un proyecto y son cerca de 20 centros, entre infantil, primaria, secundaria y centros de formación del profesorado. Esta pedagogía es rompedora respecto a la enseñanza tradicional de pupitre y cartilla, y muestra la cara más abierta y flexible de la institución escolar. Al margen de lo innovador o del material, así como la filosofía de maestros y padres, un aspecto muy significativo es la colaboración entre los iguales y el fomento de la responsabilidad y la autonomía.

Lo que más me gusta es la flexibilidad horaria frente al encorsetado aprendizaje por asignaturas. Es experimentando como consiguen aprendizajes significativos, porque están relacionados con su proceder inmediato. Además, el hecho de que sea a través de la interacción entre ellos y los materiales permite un perfecto ajuste al ritmo y capacidad de cada alumno.

Ahora bien, un proyecto éste tiene muchísimas ventajas, pero me asaltan dudas sobre el efecto de determinadas actuaciones. Posiblemente sean fruto del desconocimiento  y de la influencia de la escuela estructurada y regulada en la que trabajo.

Me llama muchísimo la atención el hecho de que se mantenga una relación de igualdad entre los maestros y los alumnos. El profesor es el experto, no sólo por conocimientos sino por experiencias acumuladas, y el alumno es un lienzo en blanco. Creo que la autorregulación está sobrevalorada porque el niño tiene que asumir normas como las que se pueden dar en el seno familiar. De hecho se viene criticando de un tiempo a esta parte que los padres no pueden ser amigos de los hijos. Cada uno representa un rol social y lo mismo ocurre en la escuela. No quiero decir que el profesor imponga constantemente lo que hay que hacer y el cómo ha de hacerse, pero partir de las mismas condiciones un adulto que un niño no soy capaz de concebirlo porque física, psicológica e históricamente no van al mismo ritmo.

Muy relacionado con lo anterior está el diálogo que se pueda llevar a cabo en los consejos. Los niños son muy impulsivos, y si hay que resolver conflictos y llegar a acuerdos, que son situaciones que generan más agitación, me parece casi utópico el que se puedan respetar los turnos de palabra. En situaciones así es donde debe adquirir protagonismo la figura del adulto. Creo que sin llegar a dirigir totalmente el debate, puede mostrar pautas para ir orientando el comportamiento social en grupos tan numerosos. Sólo hay que asistir a un comedor escolar para darse cuenta de esto, por mucho que las familias estén inmersas en la escuela.

Otro aspecto que es que los niños eligen con quién jugar, trabajar, sentarse a comer… los lazos de amistad y el apego que generamos unas personas con otras puede dificultar el que un niño cambie de compañeros en función de la actividad. Me parece muy positivo que los agrupamientos no se hagan por edad cronológica, porque los niños de menor edad pueden aprender de los mayores.

Vygotsky en su teoría habla de la zona de desarrollo próximo y del aprendizaje que puede obtener bajo la ayuda del grupo de iguales o de un adulto. Pero si no se promueve el ir variando de compañeros para las diferentes tareas, el apego se encargará de que no se den otras circunstancias de aprendizaje más que las que nos resultan cómodas, simplemente por afinidad. Incluso las facilidades que este sistema aporta para a socialización puede que no se lleven al punto más álgido que hacen de dicho sistema su seña de identidad frente a lo normativo y regulado administrativamente.

En lo que respecta a la dinámica de trabajo, permite una total adecuación al interés del niño en ese momento, generando la motivación y la actitud necesaria para que se produzca un aprendizaje significativo e instrumental. Desgraciadamente, la sociedad y el ámbito laboral ofrecen un panorama totalmente distinto. Por ejemplo, los muñecos que nos mostró la compañera no tenían rostro para encargar esa parte a la imaginación del niño. Me pregunto si unos niños que crecieron y se formaron en un entorno tan libre se adaptan e integran bien fuera de él, porque supone un cambio tan radical, que resquebraja los cimientos en los que construyó su personalidad.

A favor de este tipo de escuelas es muy importante destacar que desarrollan todos los ámbitos del ser humano infinitamente más que en la escuela tradicional. Partiendo de la teoría de Gadner y de la concepción de que existen inteligencias múltiples, el método de trabajo potencia el desarrollo artístico y la creatividad de niño; y a mayor creatividad mejores herramientas para afrontar la inestable realidad.

Tampoco hay que confundir permitir al niño buscar su centro de interés con dejar hacer sin medida. Quizá éste sea el mayor y más erróneo estereotipo al que se enfrenta esta forma de abordar la enseñanza. Se trata de una losa que, por ignorancia o por ser un número reducido los centros que trabajan en esta línea, costará quitarse del medio. Lo que no es discutible es que se educa en el sentido más amplio del término.

Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es mas que lo que la educación hace de él” (Kant).

Estudio de casos

A propósito de los casos que estamos trabajando en la asignatura quería contar otro que viví muy de cerca hace unos años.

Había una niña matriculada en 1º de Educación Primaria que presentaba un desfase curricular y tenía problemas con la lectoescritura. No tenía mucho vocabulario y desde infantil se venía diciendo que la niña tenía mucha falta de estimulación en casa. Recibía apoyo por parte de PT y AL. Pero lo más significativo era que la niña decía en clase que no desayunaba y la maestra también comprobó que no traía nada para el recreo.

A la tutora le pareció conveniente entrevistarse con la madre para comentarle el desarrollo académico de la niña y lo del desayuno. Se debió ofender por la cuestión a tratar porque lo que restó de curso se dedicó a hacerle la vida imposible  la profesora.

En las reuniones generales de padres se dedicaba a hablar por el móvil y aunque se la invitaba a salir mientras hablaba, ésta hacía caso omiso y después pedía disculpas muy amablemente ante los demás padres.

En las entrevistas individuales hubo insultos hacia la compañera, por lo que decidió seguir haciendo reuniones, por el bien de la niña, aunque acompañada por otros compañeros para que fuesen testigos de tales improperios.

La madre se tomó la revancha y desafió trayendo a su marido, a sus cuñados y a su hermana a tales entrevistas. Llegó hasta tal punto el retar a la maestra que fue generando rumores de que los niños sufrían maltrato físico, que les gritaba y les arañaba porque su hija iba marcada todos los días de clase.

Un buen día, antes de entrar, la señora en cuestión tuvo la genial idea de llevarse la cámara de fotos para fotografiar a los niños en la fila y a la tutora mientras con su mano organizaba a los niños para entrar al edificio. Estas fotos llegaron a la inspección, junto con informes de una psicóloga de un gabinete que afirmaba que la alumna tenía pánico a asistir al colegio por  miedo a su “seño”, (probablemente fuese verdad, pero que el miedo venía no de la maestra sino de cómo su madre debía hablar de ella en casa y el conflicto que para la menor tendrían ambos contextos). La intención de la madre era cambiar a su hija de grupo a toda costa.

Descalificó a la profesora y predicaba falta de profesionalidad con otros compañeros que atendían a la niña, argumentando que con ellos no tenía problemas sino todo lo contrario, para regalar el oído ala plantilla de profesores para que la maestra no se viese apoyada. Nadie, por supuesto, dejó de apoyar a la compañera y todo el mundo conocía a esta persona.

Desde la inspección nos vinieron a visitar y evaluaron la capacidad docente de esta profesora y vieron que no había ninguna irregularidad sino todo lo contrario. El resto de familias estaban muy contentas y los niños tenían buen nivel curricular.

Esta experiencia le costó una depresión a laprofesora y afortunadamente los compañeros y padres supieron apoyarla. Podía haber sido más difícil aún si algunos padres se hubiesen sumado a esta madre (o compañeros).

Desde la Administración, la Constitución y otros organismos hay gran abundancia de servicios a disposición de los menores, y apoyos y recursos a las familias. Los orientadores proporcionan estrategias a los profesores para que hagan de mediadores en la intervención psicopedagógica. Pero, ¿dónde están los servicios para los docentes que sufren situaciones de acoso laboral y faltas de respeto ya desde la etapa de educación infantil? ¿Por qué no hay medidas que pongan a cada uno en su lugar y que valoren una importante tarea social?

Cada vez hay más casos de amenazas y agresiones físicas y verbales, sobre todo en los IES, de alumnos y padres hacia los profesores. Y se está haciendo tan público, que en vez de parecer desde los medios de comunicación una denuncia a estas situaciones, parece publicitar que nada nos ampara. Desde la orientación también deberían darse estrategias e información en defensa del profesor porque, desde luego si existe, la desconocemos; y si la hay es escasa e insuficiente.

Competencia en idiomas extranjeros

Se está haciendo evidente la fuerza con la que ha arrancado la moda del bilingüismo en la Comunidad de Madrid. Los padres llevan a sus hijos a este tipo de centros que proporcionan este servicio porque la preparación es mejor. Si no queremos quedarnos atrás en el manejo de los idiomas respecto a otros países europeos, tenemos que ir a la vanguardia en este tipo de competencias y el contacto entre lenguas es siempre consecuencia de un movimiento cultural y político permanente con implicaciones para las lenguas afectadas.

Ni que decir tiene si pensamos en el futuro laboral de nuestros actuales alumnos. Los niños que no están en centros bilingües tendrán que formarse fuera de la escuela porque ésta no se lo proporciona.

Quienes defienden la institución educativa monolingüe, que ya no son padres sino profesores a los que les da miedo la velocidad de los cambios, el desplazamiento en el puesto de trabajo (que supone cambiar de nivel o desempeñar otra función en el centro), tienen la creencia en que nuestra lengua es como respirar y que todo aprendizaje o invasión de otro idioma va a ir en detrimento de lo natural. Cuando se les interpone en alguna medida, encuentran que las demás lenguas son una estupidez, una molestia y una agresión.

El bilingüismo constituye un verdadero motivo de enriquecimiento por el mero hecho de deparar a sus hablantes una visión relativista de las lenguas (de las culturas, etc.). Pero por lo común, el uso de lenguas no dominantes sirve de bien poco y puede constituir hasta un factor de riesgo, al menos de discriminación.

Ya se extienden rumores sobre la “clase” de alumnado que quedará en estos centros. Serán en su mayoría de una clase socioeconómica baja, muchos de los cuales vengan desplazados por tanto idioma que les impide seguir un currículo en inglés. ¿Cómo van a ayudarles sus padres con las tareas si no las entienden? ¿Qué ocurrirá con los niños que presenten dificultades en el lenguaje? ¿Qué ocurrirá con la discapacidad, las necesidades educativas especiales y la integración?

Recientemente me informaron de que la famosa prueba de 6º de Primaria, en los colegios bilingües, no la hacen todo los alumnos matriculados en ese nivel, sino que la realiza un grupo de alumnos, reducido y seleccionado por los profesores, “representativos del nivel del centro”. Los resultados se hacen públicos y se utiliza como reclamo o forma de propaganda, en una circunstancias no realistas de la realidad porque están sesgando una prueba y por tanto los resultados. Ahora tienen que competir con esto los centros con alumnos con dificultades de aprendizaje, de forma que se dé la vuelta a la tortilla y la relación causa-efecto se invierta y el argumento se convierta en: “Los centros no bilingües tienen menos capacidad de preparación para sus alumnos”.

Hay quien cuenta experiencias como las de Cataluña con tantos años de bilingüismo, y que se convertía en una forma para evitar las desigualdades de los inmigrantes que tenían que residir allí y que es un medio de inclusión. Aquí en Madrid se utiliza como manera de crear una élite de estudiantes y como forma de separar alumnos en función de su contexto socioeconómico. En ambos casos se rige por la política y por la interpretación que cada uno haga de un recurso, el inglés, que beneficia a toda la población.

En mi opinión, creo que no es conveniente que conocimiento del medio se imparta en inglés porque pierden vocabulario. No hay que subestimar los poderosos recursos actuales que pueden frenar los cambios en cualquier situación de contacto entre lenguas: los medios de comunicación. Aun así, no hay todavía motivos para pensar que estos recursos sean capaces de estabilizar de forma permanente ninguna situación de contacto lingüístico. La televisión, el cine y la prensa tienen que usar el inglés para reforzar el uso de las dos lenguas. Tienen más peso e influencia, a veces por desgracia, que la escuela. Por lo tanto, estudiar y usar el inglés no debe ir en detrimento de áreas como la anteriormente nombrada, sobre todo porque los padres de hoy no tienen esa preparación y no podrán reforzar lo trabajado en la escuela. El cambio corresponde a la sociedad, y puesto que la escuela siempre ha sido un reflejo de ésta, debe ir introduciendo el otro idioma, pero poco a poco, sin intención de exclusión y, menos aún, como politización. Nunca ha podido la educación cambiar la sociedad, siempre hemos ido un paso o dos por detrás, y no podemos pretender ahora lo contrario metiendo el inglés con calzador. Sin embargo, ahí sigue la enseñanza de la religión con dos sesiones semanales por la tradición española y su influencia histórica en todo lo concerniente a la educación.

Por lo tanto, ¿el objetivo es preparar al ciudadano en competencias básicas para la educación permanente o se trata de cambiar lo que nos interesa?

A propósito del Banco Mundial

A propósito del Banco Mundial

Después de haber leído el informe del Banco Mundial algo de pesimismo impregna el panorama que se nos presenta en educación y en el ámbito social en general.

Parece que en lo sucesivo se priorizarán los empleados productivos y no a la persona que llevan dentro. Esto nos conduce a la enajenación de la propia identidad y de la cultura de la que provenimos. Si el ser humano es un ser social, y las políticas de empresa y el mundo girarán en torno a la economía, se está atentando contra nuestra naturaleza.

Parece que no tendrán cabida las carreras y el futuro profesional relacionado con las ciencias sociales, por el contrario el ámbito empresarial, económico y todo aquello que está más relacionado con el número, será valorado en el terreno laboral. Esto no es una novedad. Hemos sido testigos, sobre todo la generación que hemos estudiado latín obligatorio en segundo de BUP, como la letras y las humanidades se extinguían en la formación de los alumnos de secundaria, total, ¿para qué sirve? Ni la literatura, ni la historia generan beneficio, por lo que se eliminan del plan de estudios, o se les da menos validez y reconocimiento.

Estamos viviendo una crisis como la que se produjo en la época del Imperio Romano cuando trataron de equipararse e incluso encumbrar la cultura romana frente a la griega. Lo práctico es lo que hace al hombre virtuoso. Y algo así se está haciendo evidente en la actualidad. Ya no importa adquirir el conocimiento por el propio conocimiento.

Vamos a sustituir el principio utópico y romántico de la motivación por el de rendimiento, aunque suponga acabar con toda la teoría del aprendizaje que se ha ido forjando con los años y la experiencia, resultado del estudio de la persona y de si psique o alma en el proceso de aprendizaje que no en el producto.

Hemos sustituido el alma y el ámbito afectivo por la lógica y lo empírico llevado al extremo, y es que no hay nada más empírico que ver cómo el mundo gira alrededor del dinero.

Efectivamente la labor del orientador, del educador, va a tener mucha cabida en la deshumanización del hombre, pero según el principio de prevención, ¿cómo vamos a ser capaces de prevenir lo que está cambiando continuamente?

Retrocederemos a una práctica más remedial o terapéutica. Iremos siempre un paso por detrás y no obtendremos ni respuesta ni solución a los problemas que nos brinda lo inesperado.

La desigualdad entre clases sociales nos hará viajar a una época feudal y teocéntrica, pero sustituyendo las manifestaciones religiosas por las economicistas. Parece que no conocemos nuestra historia pues no dirigimos a repetirla.

Desde esta visión del mundo tan desigualitario habrá un común denominador para todos, seamos de la clase social que seamos y al margen de nuestras posesiones, y es que viviremos en contra de nuestra propia naturaleza.

Con  todo esto, a la educación se la dedicará una parcela muy pequeña, tanto en tiempo como en calidad, pues estamos ya subidos al tren (como se comentó el otro día en clase), y no podemos detenerlo ya sea por interés o por inercia.

Modelo de servicios

            Hemos visto en clase el Modelo de Servicios, que ha sido el más difundido dentro de las instituciones públicas.

Llevo trabajando en educación 7 años en un centro de educación infantil y primaria y doy clases a 5º y 6º curso. Es un ciclo en el que todo diagnóstico ha sido realizado y se han detectado las necesidades de los alumnos en cursos anteriores.

En consecuencia a ese diagnóstico, el alumno recibe clases de apoyo y refuerzo con el profesor de pedagogía terapéutica y audición y lenguaje cuando se requiere. Pero por parte del orientador, que categoriza una dificultad (de aprendizaje, social, afectiva, en la personalidad…), no hay un seguimiento del alumno. Por ello entiendo este modelo como algo burocrático. De acuerdo que coordina a las distintas instituciones y pone sobre la mesa los recursos disponibles, pero considero que esto es insuficiente. Se produce un vacío entre esta labor y la del profesor, pues muchas veces es el sentido común, que puede ser muy sabio, el que permite que estos alumnos salgan adelante. Otras veces nos equivocamos con la aplicación de ese sentido común, por lo que es necesaria la figura intermedia entre el diagnóstico y la aplicación directa. Es importante que haya un asesoramiento y un seguimiento hacia la labor del profesorado que se encuentra desprovisto de estrategias. Para ello tenemos la formación permanente, pero estos cursos en su práctica no ofrecen lo que en la teoría y en el programa plantean.

Que el orientador ejerza su función fuera del ámbito escolar le permite ser objetivo, es decir, “dar el paseo cuando un problema nos afecta emocionalmente” que mencionábamos el otro día en clase. También permite que determinada información no se convierta en la comidilla de chismes que no aportan estrategias para resolver los problemas del alumno. Es en base a estas ventajas sería necesario un asesor que actuase de intermediario entre el orientador y quien aplica las estrategia directamente con el alumno; para evitar ese sentido común al que antes me refería, y dar un carácter sistemático a las necesidades de ciertos alumnos que se nos escapan por desconocimiento. Supongo que por ello algunos recurrimos a estudiar psicopedagogía.

Volviendo a este modelo, otra de las ventajas es que conecta al centro con los servicios de la comunidad. Muchas veces desconocemos los recursos que podrían estar a nuestro alcance, que suplan las carencias, y la ayuda profesional a la que tienen derechos nuestros alumnos.

Pero este modelo se centra sólo en los alumnos con problemas y deja en un segundo o tercer plano al resto de la Comunidad Educativa. Por actuar sobre la fase de diagnóstico, la parte de intervención, aunque la apliquemos los maestros y profesores, carece de asesoramiento que no sea el de la propia institución educativa y las experiencias que podemos intercambiar en ella. Además un factor negativo para que pudieran prestar su ayuda, es la incompatibilidad de horarios así como el exceso de demandas, que no todas son acuciantes, y es cierto que muchos docentes quieren el trabajo hecho. Los orientadores no son la panacea sino un recurso.

Después, al estudiar otros modelos, he visto que el modelo de servicios actuando por programas  suple las carencias y la crítica al modelo que actualmente recibo en mi centro.

Somos los maestros quienes aplicaremos los programas directamente, pero ¿qué programas? Queremos trabajar para mejorar las condiciones de muchos de nuestros alumnos, tal vez demasiados. Por ello me hago la siguiente pregunta. ¿Están saturados debido al número de casos, algunos no acuciantes, por parte de quien quiere el trabajo hecho? O realmente, dadas las características que se vienen produciendo en nuestra sociedad, ¿hay más casos que requieren de un diagnóstico y de un plan de intervención?

En caso afirmativo a esta última cuestión sólo nos queda ampliar el número de orientadores o recibir, los maestros, una formación que nos capacite para actuar ante tales necesidades. Debemos ser más conscientes de la adaptación y la flexibilidad de un currículo, que teóricamente es abierto, pero que nos pide resultados cuantitativos (como la prueba de sexto que tanta polémica trae consigo).

Aunque mi experiencia es joven y está en proceso, que espero no acabar pues tenerlo todo hecho es negarse al cambio y ponerse una venda en los ojos, pido algo más que un diagnóstico, porque entonces seguimos quedándonos en lo cuantitativo, en lo que el niño es capaz de hacer y no lo que podemos hacer por él.

Esta crítica viene a que este modelo es el que más frecuentemente he visto aplicar, y lo encuentro muy limitado para la demanda, que como servicio, tiene.

“La única posibilidad de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá de ellos, hacia lo imposible”.

Arthur C. Clarke