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METODOLOGÍA WALDORF

Hemos comentado en clase la pedagogía Waldorf. Me ha llamado mucho la atención pues es otra forma de concebir la educación. Empezó en España como un proyecto y son cerca de 20 centros, entre infantil, primaria, secundaria y centros de formación del profesorado. Esta pedagogía es rompedora respecto a la enseñanza tradicional de pupitre y cartilla, y muestra la cara más abierta y flexible de la institución escolar. Al margen de lo innovador o del material, así como la filosofía de maestros y padres, un aspecto muy significativo es la colaboración entre los iguales y el fomento de la responsabilidad y la autonomía.

Lo que más me gusta es la flexibilidad horaria frente al encorsetado aprendizaje por asignaturas. Es experimentando como consiguen aprendizajes significativos, porque están relacionados con su proceder inmediato. Además, el hecho de que sea a través de la interacción entre ellos y los materiales permite un perfecto ajuste al ritmo y capacidad de cada alumno.

Ahora bien, un proyecto éste tiene muchísimas ventajas, pero me asaltan dudas sobre el efecto de determinadas actuaciones. Posiblemente sean fruto del desconocimiento  y de la influencia de la escuela estructurada y regulada en la que trabajo.

Me llama muchísimo la atención el hecho de que se mantenga una relación de igualdad entre los maestros y los alumnos. El profesor es el experto, no sólo por conocimientos sino por experiencias acumuladas, y el alumno es un lienzo en blanco. Creo que la autorregulación está sobrevalorada porque el niño tiene que asumir normas como las que se pueden dar en el seno familiar. De hecho se viene criticando de un tiempo a esta parte que los padres no pueden ser amigos de los hijos. Cada uno representa un rol social y lo mismo ocurre en la escuela. No quiero decir que el profesor imponga constantemente lo que hay que hacer y el cómo ha de hacerse, pero partir de las mismas condiciones un adulto que un niño no soy capaz de concebirlo porque física, psicológica e históricamente no van al mismo ritmo.

Muy relacionado con lo anterior está el diálogo que se pueda llevar a cabo en los consejos. Los niños son muy impulsivos, y si hay que resolver conflictos y llegar a acuerdos, que son situaciones que generan más agitación, me parece casi utópico el que se puedan respetar los turnos de palabra. En situaciones así es donde debe adquirir protagonismo la figura del adulto. Creo que sin llegar a dirigir totalmente el debate, puede mostrar pautas para ir orientando el comportamiento social en grupos tan numerosos. Sólo hay que asistir a un comedor escolar para darse cuenta de esto, por mucho que las familias estén inmersas en la escuela.

Otro aspecto que es que los niños eligen con quién jugar, trabajar, sentarse a comer… los lazos de amistad y el apego que generamos unas personas con otras puede dificultar el que un niño cambie de compañeros en función de la actividad. Me parece muy positivo que los agrupamientos no se hagan por edad cronológica, porque los niños de menor edad pueden aprender de los mayores.

Vygotsky en su teoría habla de la zona de desarrollo próximo y del aprendizaje que puede obtener bajo la ayuda del grupo de iguales o de un adulto. Pero si no se promueve el ir variando de compañeros para las diferentes tareas, el apego se encargará de que no se den otras circunstancias de aprendizaje más que las que nos resultan cómodas, simplemente por afinidad. Incluso las facilidades que este sistema aporta para a socialización puede que no se lleven al punto más álgido que hacen de dicho sistema su seña de identidad frente a lo normativo y regulado administrativamente.

En lo que respecta a la dinámica de trabajo, permite una total adecuación al interés del niño en ese momento, generando la motivación y la actitud necesaria para que se produzca un aprendizaje significativo e instrumental. Desgraciadamente, la sociedad y el ámbito laboral ofrecen un panorama totalmente distinto. Por ejemplo, los muñecos que nos mostró la compañera no tenían rostro para encargar esa parte a la imaginación del niño. Me pregunto si unos niños que crecieron y se formaron en un entorno tan libre se adaptan e integran bien fuera de él, porque supone un cambio tan radical, que resquebraja los cimientos en los que construyó su personalidad.

A favor de este tipo de escuelas es muy importante destacar que desarrollan todos los ámbitos del ser humano infinitamente más que en la escuela tradicional. Partiendo de la teoría de Gadner y de la concepción de que existen inteligencias múltiples, el método de trabajo potencia el desarrollo artístico y la creatividad de niño; y a mayor creatividad mejores herramientas para afrontar la inestable realidad.

Tampoco hay que confundir permitir al niño buscar su centro de interés con dejar hacer sin medida. Quizá éste sea el mayor y más erróneo estereotipo al que se enfrenta esta forma de abordar la enseñanza. Se trata de una losa que, por ignorancia o por ser un número reducido los centros que trabajan en esta línea, costará quitarse del medio. Lo que no es discutible es que se educa en el sentido más amplio del término.

Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es mas que lo que la educación hace de él” (Kant).

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